El éxito de una organización depende de una estrategia sólida que guíe su camino hacia el futuro. Los líderes deben ser expertos en estrategia, utilizando su conocimiento y las herramientas adecuadas para navegar por un entorno empresarial cambiante. Una estrategia ganadora conduce al crecimiento, la rentabilidad y una ventaja competitiva duradera.