En el mundo dinámico de hoy, la innovación no es un lujo, sino una
necesidad imperiosa para las empresas que buscan prosperar. Los avances surgen a un ritmo acelerado, en todos los sectores, desde las grandes multinacionales hasta las pequeñas empresas emergentes, y abarcan todos los ámbitos, desde las funciones administrativas hasta los laboratorios de investigación.
Ante este panorama en constante transformación, queda claro que la innovación es responsabilidad de todos. Ya no se trata de un área especializada, sino de una cultura que debe permear toda la organización